Escudetes o quinas: simbolizan a los cinco reyes musulmanes que el rey Afonso Henriques derrotó en la batalla de Ourique.
Representa el mundo descubierto por los navegantes portugueses durante los siglos XV y XVI.
Los puntos dentro de los escudos (bezantes) representan las cinco llagas de Cristo. Contando los puntos y los escudos suman treinta: las treinta monedas que Judas recibió por delatar a Cristo.
Representan las victorias de los portugueses contra sus enemigos y simbolizan también el Reino de Algarve. Sin embargo, la verdad es que los castillos fueron introducidos en las armas de Portugal con la subida al trono de Alfonso III de Portugal, hijo de la infanta Urraca de Castilla. Alfonso no podía usar las armas de su padre, D. Alfonso II sin diferencias por no ser su hijo primogénito, por lo que las cambió agregando una bordura con las armas de su madre, un castillo de oro en campo de gules (Castilla). Hay que considerar que, con la subida al trono de D. Alfonso III y ya en calidad de rey, éste debería haber abandonado las armas personales y tomar las que habían sido de su padre y de su hermano.